¡Conozca la forma más fácil de ser verdaderamente ecológico! Nuestro zumo de cebada forrajera ecológica USDA contiene micronutrientes vitales como hierro, calcio, selenio, vitamina C y E, aminoácidos esenciales y muchos otros nutrientes.
En el mundo actual nos enfrentamos diariamente a toxinas, contaminantes y amenazas para nuestra salud. La abundancia de nutrientes del Zumo de Hierba de Cebada en Polvo está aquí para ayudarle. Contiene importantes vitaminas, minerales, aminoácidos y compuestos que favorecen la salud del sistema cardiovascular. Este extracto concentrado en polvo es una forma fácil de incorporar el poder del Zumo de Hierba de Cebada a su dieta, ¡incluso en los días más ajetreados! Sólo tiene que añadir al agua o mezclar en su batido favorito.
Zumo de Hierba de Cebada en Polvo Ecológico USDA:
La hierba de cebada es una rica fuente de una serie de compuestos importantes, tales como ácidos fenólicos, flavonoides, lignanos, tocoles, fitoesteroles, folato, ácido gamma-aminobutírico (GABA), superóxido dismutasa (SOD), aminoácidos esenciales, hierro, potasio, calcio, selenio, triptófano, clorofila y vitaminas A, B1, C y E.
El consumo de alimentos ricos en polifenoles, como la cebada forrajera, favorece la salud del sistema cardiovascular.
El brote verde de la hierba de cebada no contiene gluten, a diferencia del grano de trigo
Nuestro zumo de hierba de cebada está concentrado 23 veces, lo que lo hace más potente
USDA Organic, USA Grown, Non-GMO, Sin Gluten, Sin Maíz, Sin Soja, Kosher, Vegan & Paleo Friendly
No contiene aditivos ni rellenos 100% Puro
Modo de empleo
Porción: Como suplemento dietético, tomar 1 cucharadita, 1 a 4 veces al día. Añadir 1-2 cucharaditas en agua, zumo o batido. ¡Es la manera perfecta de empezar el día!
Conservación: Conservar en un lugar fresco y oscuro
Contraindicaciones Consulte a su médico antes de usar si usted está embarazada, amamantando, tiene una condición médica, o está tomando algún medicamento.
Información sobre alérgenos Procesado en una instalación que sólo procesa frutos secos, no cacahuetes. Tras la fabricación de cualquier producto alergénico, se realiza una limpieza a fondo del equipo. La sala de envasado se somete a una prueba de hisopado después de cada lote para verificar que no haya contaminación cruzada ni proteínas residuales, con procedimientos normalizados de trabajo separados para los alérgenos.